La Iglesia
debe reconocer que el derecho canónico perdona el aborto en 10 causales.
Sé que es
mucho pedir, que de hecho Francisco ya tiene fuertes contradictores dentro de
la Iglesia por pronunciarse de manera comprensiva sobre aspectos de la
condición sexual y de la familia, pero qué conveniente sería para las más de
320.000 mujeres colombianas que cada año dan a luz hijos que no han planeado o
que no quieren tener, que el Papa de la misericordia hablara fuerte y claro
sobre lo que dice el derecho canónico respecto al aborto.
Yo no lo
sabía, me lo dijo un sacerdote teólogo, que me pide no revelar su nombre para
no meterse en líos con su comunidad. Entre otras cosas, porque, como él mismo
dice, hablar de esto no es estar a favor del aborto ni promoverlo, sino decir
esa verdad que la mayoría de los sacerdotes y la alta jerarquía de la Iglesia,
según él, se niegan a divulgar por miedo a perder el control sobre la
conciencia de las personas.
Si bien el
derecho canónico impone la peor sanción para el aborto, que es la excomunión
automática, contempla, no solo para el aborto sino para todos los delitos, 10
causales para que las sanciones no sean aplicadas o para que al menos sean
atenuadas, es decir, más causales que las tres contempladas por la Corte
Constitucional para despenalizar el aborto. Los cánones 1323 y 1324
(http://www.vatican.va/archive/ESL0020/__P4U.HTM) lo explican de manera
sencilla. “No queda sujeto a pena quien cuando infringió una ley o precepto aún
no había cumplido 16 años”. Me pregunto si eso lo sabían las 5.503 menores de
14 años que dieron a luz en 2016 y quizá decidieron tener esos bebés –todos,
producto del delito de tener sexo con menores de 14 años–, por temor a
convertirse en pecadoras si abortaban. Y es aún más audaz el derecho canónico al
advertir que queda atenuada la pena “si el delito se comete coaccionado por
miedo grave, aunque solo fuera relativamente, o por necesidad, o para evitar un
perjuicio grave, si el delito es intrínsecamente malo o redunda en daño de las
almas”.
“Así como la
Iglesia pidió perdón a Galileo, por condenarlo por decir que la Tierra giraba
alrededor del Sol, un día tendrá que pedir perdón a las mujeres”
Agrega luego
que la pena solo puede ser aplicada si hay plena imputabilidad, es decir, si no
hay circunstancia que reduzca la responsabilidad de quien comete el delito.
Ahora bien, en el Catecismo, artículo 3 - 1735
(http://www.vatican.va/archive/catechism_sp/p3s1c1a3_sp.html), el Vaticano dice
que “la imputabilidad y la responsabilidad de una acción pueden quedar
disminuidas e incluso suprimidas a causa de la ignorancia, la inadvertencia, la
violencia, el temor, los hábitos, los afectos desordenados y otros factores
psíquicos o sociales”.
Es decir, si
una mujer decide abortar por temor a las consecuencias para su vida de traer un
hijo no deseado al mundo –expulsión de la familia, posibilidad de retirarse del
estudio, incapacidad para mantenerlo, o la que sea–, no es imputable, y no solo
eso, sino que, aunque ante los ojos de los cánones, objetivamente cometió un pecado,
ante los ojos de Dios, subjetivamente, no es una pecadora y, por ende, ni
siquiera tendría que ir a confesarse por ello.
Este es uno de
los temas que la ONG Católicas por el Derecho a Decidir incluirá en la carta
que prepara para el Papa. Dicen que “el problema no es Francisco, sino la
pesada estructura eclesial”, y que así como la Iglesia pidió perdón a Galileo,
por condenarlo por decir que la Tierra giraba alrededor del Sol, un día tendrá
que pedir perdón a las mujeres por hechos que van desde la promoción de la
‘cacería de brujas’, en tiempos de la Inquisición, hasta haber ocultado y
distorsionado información fundamental para que quienes practican con fervor y
convicción la fe católica puedan liberarse de miedos y culpas por tomar
decisiones, como la de abortar.
Opinión:
Cuando leí este artículo me sentí feliz,
libre, diferente, tranquila y no me sentí “única o rara” por pensar y tener ese
mismo concepto que ella respecto a un tema tan controversial como lo es el
aborto, yo apoyo el aborto porque amo la vida, amo la calidad de vida; tuve la
fortuna de nacer en una familia que me lo ha dado todo y me ha permitido
disfrutar mucho la vida pero soy consciente de que hay muchas personas en el
mundo que por ser producto de un “ratico”, una violación o de cualquier otra
circunstancia no deseada, no han tenido una buena vida, han venido al mundo a
sufrir y pagar por los errores de sus padres, y eso no me parece justo; lo
mismo creo que si es en el caso de un feto con problemas, no considero justo
traer al mundo a seres destinados a sufrir sea por la razón que sea. Quisiera
pensar que un día todas las mujeres del mundo son mamás porque esa fue su
elección, porque lo desearon y porque les pueden brindar todos los cuidados,
amor y requerimientos que necesita un ser para disfrutar el milagro de la vida
como se lo merece, nadie debería de venir al mundo sufriendo, todos tenemos el
derecho de ser felices desde que nacemos. Y finalmente, creo que si la iglesia
analizara el tema y se atreviera a verlo desde otras perspectivas contribuiría
mucho más en una sociedad como la actual. Cabe aclarar que tampoco estaría de
acuerdo que se convirtiera en algo rutinario entre mujeres abortar, que, por
descuidos, imprudencias e irresponsabilidad entonces lo hicieran
constantemente, NO, también es necesario adquirir responsabilidad y consciencia
de los actos que se cometen.
Tal vez sea una romántica al pensar que,
con el aborto, con el hecho de que todos quienes poblamos el mundo de alguna
manera fuimos deseados, eso nos hará ser más felices y no permitirá que más
personas mueran de hambre, desnutrición, abandono, descuido y demás males no
deseados presentes en la humanidad.
En definitiva, haber leído este artículo me
hizo sentirme más segura de mi pensar y de mi manera de ver la vida y de tomar
este tipo de temas, de los que, la mayoría prefiere ni hablar.
Foto: Internet
Fecha
de la consulta: 5 de noviembre d 2017
Fecha de la publicación: 31 de agosto 2017